Ensayos RdL
![](https://www.revistadelibros.com/wp-content/uploads/2021/03/img_articulo_5090.jpg)
Occidente decae por enésima vez
No es nuevo que Occidente se ponga a sí mismo en cuestión. Pero ahora esta tradición autocensoria ha entrado en combinación con la crisis económica, y conferido a los actos de expiación un perfil especialmente cortante. Abro esta crónica con una mención de Tony Judt, elevado a objeto de culto por la izquierda.
Economía para todos, incluso intelectuales y políticos
Cuenta José Pla en la segunda edición (1957) de su Madrid 1921, un dietario que yendo en tren camino de Madrid con su amigo Joan Crexells, reflexionando sobre los paisajes que habían visto y las incidencias del viaje, estuvo tentado de decirle: “Hay que ponerse a estudiar economía…No entendemos nada de lo que está más allá de nuestras narices”. Ya fuera una reflexión del Pla joven de los años 20 o (como es altamente probable) un añadido posterior del Pla maduro -gran amigo y “discípulo particular” de Juan Sardá, catedrático de Teoría Económica y fundador del moderno Servicio de Estudios del Banco de España- se trata de una preocupación muy rara entre escritores y políticos, y no sólo, en España, una muestra llamativa de la extraordinaria inteligencia de su autor.
Enfermos de poder
Las taras que el abuso de poder produce en esas extrañas criaturas llamadas políticos desgranadas con inteligencia y sin misericordia por David Owen en En el poder y en la enfermedad.
Recto patriotismo
Víctor de la Serna pertenece todavía la gran tradición del periodismo literario español. Nuevo viaje por España (1955-56), recientemente reeditado es ala vez una colección de estampas hechas desde la vera del camino y una meditación sobre la patria.
Los frutos amargos de la dulce ira
El insulto literario es un género en sí mismo y, además, de los más sabrosos y buscados. Patricio Pron nos ofrece las mejores trufas de la historia del pique literario
¿Verde que te quiero verde?
Elaine Dundy, aguda escritora, antecedente de la “chic lit”, maneja una prosa seca como un dry martini. La historia de Sally Jay, joven actriz americana en París, mantiene unos giros siempre inesperados que han salvado a esta novela de la pira del tiempo.