Ensayos RdL
Leopardi y los motivos del corazón
La más reciente crítica leopardiana revalida el sentido de los Cantos como macrotexto orgánico en el que cada composición y cada uno de sus elementos, contribuyen a construir un sistema riguroso de piezas interdependientes. Este valor queda ratificado a través del estudio sobre las variantes –realizado en profundidad por F. Gavazzeni en su edición de Rizzoli, Milán, 1998– de las dos versiones cuidadas y revisadas por Leopardi (Florencia, 1831, y Nápoles, 1835). El proceso que lleva a cabo Leopardi en sus ediciones confirma el sentido proyectual del poemario, programado y desarrollado a partir de un potente entramado ideológico que se entrelaza y yuxtapone a las reflexiones que recogió en sus extensas anotaciones del Zibaldone, obra
Como si navegara
Lisboa es una ciudad que de puro hermosa podría parecer mentira. Un engaño de la mente desplegado sobre el Atlántico, océano por lo demás tempestuoso y siempre abierto a mitos, inventos y ensoñaciones. Y, sin embargo, Lisboa existe, terrena pero celestial, tal como la describiera Cervantes en Los trabajos de Persiles y Sigismunda y recoge José Cardoso Pires en la cita que abre su libro Lisboa. Diario dea bordo. A José Cardoso Pires, ese excelente novelista portugués, no tan conocido aquí como debiéramos, se le aparece –se le parece– Lisboa como una ciudad-nave. Lo que no es de extrañar: pocas ciudades como ésta tan llena de alturas, tan de sobresaltos para atisbar el mar que
Los Borja
En el casillero narrativo a Manuel Vázquez Montalbán le faltaba llenar el destinado a la novela histórica. Desde la novela de ideas hasta el género negro, el escritor barcelonés no se privó de hacerlo todo con irreprochable talento, inteligente ironía y ánimo siempre desmitificador. Ya no hablamos de su poesía y de su dedicación al ensayo –en donde incursiona desde la sociología hasta la estética, pasando por la gastronomía y el urbanismo–. Todos sabemos ya que no habrá año en que el autor de El pianista no nos ofrezca un libro, algún texto de contenido imprevisible. Ello indica algunas circunstancias: que el autor es uno de los más prolíficos de la cultura española de las últimas
Pura vida (subliteratura de diseño)
Muchos lectores recuerdan la broma: se trataba de diseñar un nuevo best-seller; en el ordenador encargado de escribirlo se introdujeron los datos pertinentes: unas gotas de sexo, personajes aristocráticos, una pizca de religión y, por supuesto, misterio. La novela redactada por la máquina comenzaba así: «¡Dios mío, exclamó la marquesa, estoy embarazada y no sé de quién!». Bromas aparte, y con lo que ha llovido, hoy sólo gente tan inteligente como Julio Cortázar se atreve a comenzar el capítulo de una novela con la famosa y deleznable frase de «La marquesa salió a las cinco». La flamante Premio Planeta también (en sentido figurado). Su novela es un centón, una muy astuta taracea bien dosificada de
¿Precio justo?
El libro del profesor Barrat Brown se divide en siete capítulos. En los cuatro primeros ataca al Norte, las empresas transnacionales, la deuda externa, la ayuda económica y otros demonios tópicos de la retórica izquierdista actual. En la segunda parte, hace un panegírico del comercio alternativo, que es verde, justo y cooperador. En ambas partes apela reiteradamente a la justicia o injusticia de tales o cuales precios y se refiere a los países como si pensaran y tuvieran propósitos del mismo modo que los individuos. En los primeros capítulos, la crítica es simplona y meramente afirmativa, pero luego su exposición la contradice. Así por ejemplo, en la primera página se lee: «Los ciclos de recesión