Ensayos RdL

«Americana»

Cada vez los encuentro más encantados de haberse conocido. No hay viaje a Estados Unidos en que no tenga ocasión de comprobar, una y mil veces, en qué medida los últimos años de prosperidad económica generalizada y de liderazgo indiscutible han mejorado la autoestima y la confianza en el futuro de la mayoría de los norteamericanos. Mientras el país asiste más bien impávido a la victoria del creacionismo bíblico sobre darwinismo en los syllabi de algunos estados –a lo que buena parte de la prensa ha dado el tratamiento de curiosa anécdota–, y en algunas importantes ciudades se establece el toque de queda para los jóvenes (lo que afecta, sobre todo, a los pobres, que

leer más »

El ventrílocuo y la muñeca

Javier Maqua, creador todoterreno –guionista de cine y televisión, dramaturgo, director de películas, novelista–, se mantiene en la narrativa española en un nivel más que digno al que le falta, tal vez, el aldabonazo definitivo en la puerta a la que no deja de llamar. La penúltima novela de Maqua, Padre e hija, era un «tour de force» al que frustraban las apelaciones al costumbrismo de sal gorda, y sobre todo un final esperpéntico a lo Sharpe o, más castizamente, a lo Ramón de España. Amor africano, la última novela de Javier Maqua, cuenta con el morbo inicial de tratar sobre la relación, poco habitual a pesar de Nabokov, entre una nínfula y un cuarentón.

leer más »

Con la presencia y la figura

Leer a Auerbach hoy resulta gratificante. Pero leerlo exige un puñado de generosidades, una liberación de prejuicios tercamente enquistados. Auerbach no era un mero prolongador nostálgico de la megalomanía historicista hegeliana, tampoco un mero estilista inocentemente croceano. Erich Auerbach (18921957) fue un sujeto plural y furiosamente moderno: enamorado del medievo tardolatino y romance, afrancesado literario, fugitivo del nazi, amigo del turco, entusiasmado acreedor del sueño americano. Su biografía intelectual, como la de otros (Jakobson, Canetti, Steiner) es un ejemplo de desterritorialización y de sucesivas tolerancias. Y es precisamente esa pluralidad ideológica y cultural, tan rabiosamente conculcada por los barbarismos nacionalistas hodiernos, la que proporciona a su escritura una penetración singular. Auerbach fue un «filólogo» total,

leer más »

Historias africanas

La publicación en un mismo año de dos libros sobre historia de África en nuestro país es, quizá, una muestra del interés que este continente está cobrando en los círculos académicos y periodísticos. Si además se trata de estudios tan penetrantes y singulares como los que hoy nos ocupan, el débil africanismo en habla castellana puede estar de enhorabuena. Se percibe un pequeño impulso editorial que tan sólo un año antes se plasmó en la traducción de otro libro sobre historia africana, el de Roland Oliver y Anthony Atmore, África desde 1800Roalnd Oliver y Anthony Atmore, África desde 1800, Alianza, Madrid, 1997. Reseñado por Francisco J. Peñas en Revista de Libros, marzo, 1997.. Seguimos alentando

leer más »