Ensayos RdL

Autor perdurable

Ganadora del premio Café Gijón, la novela Los asesinos lentos, de Rafael Balanzá (Alicante, 1969), confirma la unanimidad del jurado que alabó su «audacia narrativa». Sin ningún otro antecedente promocional que la buena acogida de Crímenes triviales, cinco relatos con el homicidio de común denominador, y el activismo cultural en El Kraken (2002-2009) –veintisiete números de una revista de culto considerada por Arrabal la mejor de Europa–, Balanzá supone una grata sorpresa en una sociedad literaria demasiado afectada por el síndrome Nocilla dream. El autor alicantino no pretende epatar a nadie y su mayor mérito reside en destilar ingredientes de la novelística clásica y ofrecerlos al lector del siglo XXI con una prosa de economía

leer más »

Un Caín menor

La andadura de Ediciones Baladí es aún demasiado corta como para prever si, aprovechando la contracorriente generada en los últimos tiempos por las editoriales pequeñas, se consolidará como una alternativa seria y dinámica o se conformará con establecerse en uno de esos remansos independientes, más o menos efímeros, en los que la excepcionalidad cultural sustituye a la excelencia artística. De momento, y en lo que concierne a su colección Caleidoscopias, parece que se ha querido apostar por la calidad literaria desde el principio, tanto con la cuidada edición de los libros como con la elección de Cristina Cerrada, autora del segundo de sus títulos, Anatomía de Caín. La preocupación por la obra bien hecha ha

leer más »

La sociología, a examen

Por lo visto, corren malos tiempos para la sociología. Un desorden intelectual desaforado, una fragmentación teórica lacerante y una confusión metodológica desconcertante dibujan un panorama ominoso en el que cuesta vislumbrar horizontes promisorios. Este penoso estado de cosas acarrea, por añadidura, un apocamiento institucional generalizado y una inanidad política creciente. La situación actual de la sociología es tal que ya no sirve caracterizarla con la manida fórmula de la crisis, a la que tantas veces ha recurrido el gremio. Y menos aún relacionarla con las condiciones sociales, políticas y económicas del contexto, que en principio se dirían muy favorables para el desarrollo de cualquier disciplina científica. Antes bien, los problemas mencionados hunden sus raíces en

leer más »

La persuasión del artífice

Según la prescripción más refrendada, la novela necesita, si quiere postularse en el género policíaco, un crimen, una averiguación y un culpable. La acción puede implantarse en exóticos escenarios históricos o en improbables futuros, aderezar con metafísica, con desmesuras eróticas o con mucha sordidez psicológica; cualquier agregación es válida, siempre que se mantengan firmes esas tres patas. Y no deja de producir asombro –y no poca consternación– que tales sustentos, bien abonados, sean tan germinativos, hasta el punto de que este género constituye hoy el paradigma literario de mayor beneplácito. Raro es el escritor, en efecto, que descrea de su eficacia. Probablemente, como se ha repetido, su atracción resida en la capacidad de la novela

leer más »

Exégesis y diatribas

Un paso más en la necesaria asimilación crítica del pensamiento de Martin Heidegger matiza su relación con el Nazismo.

leer más »